sábado, 22 de junio de 2013

yo

Ir por la vida con  el corazón roto no es muy cómodo. Me atrevo a escribir sabiendo que no voy a ser capaz de plasmar esta vez mis sentimientos. Son las 19 de la tarde, odio esta hora, no sé si es por el atardecer,  pero es cuando más lo extraño. Es un sentimiento tan devastador que parece que estoy muerta en vida, es como llevar un cáncer dentro, de repente me aprieta ese globo lleno de aire que tengo en el pecho y me oprime con fuerza,  me queda sin oxígeno y parece que se me encalambran los brazos hasta las puntas de los dedos. Ni siquiera soy capaz de sentir una película como antes, de continuar alguno de los libros que tengo empezados, de hacer pendientes o de pasear, parece que todo perdió su esencia y que nada puede interesarme como antes. Es el más real sentimiento de pérdida que experimenté nunca.

Hasta qué punto llega el ser humano por amor? Yo me desnudo, tiro mis ropas sucias, que ya no me sirven para nada, no quiero que lo malo me ensucie la mente, ni el corazón, y quedo totalmente desnuda, y pura, eso es lo realmente importante en la vida, nunca sabemos lo que puede pasar, quiero tirar todo mi egoísmo, quiero tener más empatía, quiero borrar el rencor, y también quiero abrirle los ojos a la gente y hacerle ver lo que es verdaderamente importante! Que no pierdan más el tiempo en cosas absurdas, en enfados, en discusiones innecesarias, en lo material, en la apariencia, en los prejuicios, en la vergüenza, en el orgullo. Que no sea en vano mi esfuerzo.

No sé si es la cercana muerte de mi abuelo, el abandono de Nuno, el final de mis estudios, de mi Erasmus, lo que me hace sentir como siento ahora mismo, pero por fin tengo totalmente definida mi personalidad, en mi cabeza solo está luchar por poder ser quien soy, por llegar a la felicidad, por hacer lo que quiero, por ser libre. Quisiera ser un poquito más civilizada, pero parece que me han sacado de la selva, sólo me domina el instinto. En mí siempre predomina un erotismo fuerte  que me guía.


Siento que este ya no es mi lugar, soy demasiado frágil para estar aquí, tampoco le veo sentido, sería el peor castigo, sería mi jaula y mi tumba. Aquí, en mi pueblo, la gente no habla mi idioma, son totalmente extraños, y parece que están manipulados por unas costumbres, una religión, unas apariencias, que yo no las entiendo, la verdad es que no le veo sentido alguno a ese tipo de cabezas preocupadas sólo en llevar a cabo esa serie de cosas “normales” para ellos:  tener un trabajo fijo, un novio formal, una casa, una estabilidad, porqué eso tiene que ser bueno? Y para los que no queremos esa vida, que será de nosotros? Nos tenemos que someter para hacer feliz a nuestros padres? O es más importante la propia felicidad? Cada uno decide su destino, está en nosotros la elección. Conformismo o valentía.

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