Sin tus intentos de morir por hermosura,
Esthercita, mil canallas te sofocan,
En tu pecho se ha formado una fisura.
Qué sería de la España sin suturas,
Sin ermitas del cristo,
Sin Cachorrilla rumbo a tus caderas.
Qué sería de tus días sin años nuevos,
Sin peleas con extraños de a de veras.
Madrugadas, sean benditas por tus dudas,
Por querer escribir como el poeta,
Ahora estás decepcionada
Y no te culpo, no te culpo, no te culpo de nada.
El poeta no es poeta hasta que muere,
Solo quise escribirte unos versos:
Inspiración veraniega al son de tu cremallera.
Inspiración que se niega pero que llega.
Y yo, que vivo huyendo de los verbos,
Que noche a noche batallo con mil cuerpos,
Quise arriesgarme a no extrañarte sin quererte,
Aunque guardo tu recuerdo cual talega.
Duermevela con anzuelos,
Pájarita de Portugal,
Fugitiva de los rastros y de las viudas,
De tanguitas a lo loco, de noches sin mesura.
Extremadura no es tan dura si te vas,
Esthercita, duermevela con anzuelos,
Si te busco en tus labios ya no estás…
Desde España a Portugal hay mil desvelos.
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